sábado, 12 de junio de 2010

LO QUE ROSALÍA SENTÍA

El futuro de mi dolida alma me inquieta,
al penetrar en la esperada sabiduría;
pués,es tanta la preocupación mia,
que siento que mi corazón no acierta
a abrir la puerta de la vida eterna,
para entrar en la gloria prometida.

Estoy encarcelada en mi cuerpo carnal,
tratando de llenar mi alma de piedad,
y es tanto el fervor que yo puedo encontrar,
que siento llegar la ansiada devoción,
que me acercará a la eterna mansión
donde podre alcanzar la gloriosa santidad.

Las virtudes que acarician mi cuerpo,
despiertan mi alma del profundo sueño,
y yo pongo todo mi cristiano empeño
en descubrir la inmensidad del cielo,
donde podré entrar sin el cuerpo enfermo,
y allí eternizar lo que tanto deseo.

Es tanto lo que yo en Cristo confío,
y es tan grande la esperanza mía,
que voy caminando en su Santa compañía,
tratando de alcanzar mi eterno destino,
y así poder gozaar del amor divino,
que es el que llena mi alma de alegría.

Lo que yo más quiero en esta vida,
es llegar a ser algún dia:
Santa Rosalía.

Un abrazo de vuestro amigo:
Anselmo Prada León

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