Este precioso bolígrafo
que me regaló mi padre,
lo llevo metido en el bolsillo
que está cerca del corazón.
Con él es con el que escribo,
siempre con pasión,
lo que viene a mi mente,
sobre todo lo que sucedió
y lo que pasa por mi imaginación.
Con el boli en la mano,
quiero mostrar la verdad,
sobre todas las historias,
los paisajes, las personas,
todo sale del bolígrafo
que me regaló mi padre.
Este bolígrafo tiene,
condiciones especiales,
lleva, con el aliento de mi padre,
los deseos de mi corazón,
y va guiando mi mano
para escribir el fervor
que siento hacia el Creador.
Puedo mostrar con él,
los sufrimientos y las penas,
las alegrías y el amor;
todos los sentimientos
de este Viejo Anselmo
que escribe sin parar,
todo aquello que la vida le da.
El regalo de mi padre,
lleva para siempre grabado
el día de mi nacimento,
me lo dio como regalo
de mis sesenta cunpleaños,
con un abrazo cariñoso
para que pudiera recordarlo
a través de los tiempos,
y un deseo sagrado,
que siempre supiera
muy bien emplearlo.
Gracias padre.
