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Navidad es amar cada día
lo que tenemos a nuestro lado,
es vivir la vida recordando
a nuestros seres queridos
que jamás podemos olvidarlos.
Navidad es desear paz y felicidad
a quien la pueda necesitar.
Navidad es hacer un alto en el camino
que tenemos que tomar
para llegar a la eternidad.
Navidad es tener el deseo
de ser cada vez más humanos,
más amigos, más hermanos,
para que sepamos valorar
lo importante que es amar.
Navidad es poder dar gracias a Dios
por poder ver salir el sol cada mañana,
y sentir el calor dentro del corazón,
para repartir el amor
entre las personas que se aprecian.
Navidad es sentirse hijos de Dios,
que vamos por los caminos de la vida,
llevando encima penas y alegrías,
y dejando atrás los malos recuerdos
para no parar de sonreír
mientras dure nuestro vivir.
Navidad es todos los días,
os lo desea vuestro amigo,
Anselmo Prada León.
Llevo en el recuerdo
a mi Almería amada,
a mi Roquetas encantada
que está blanca y ondulada
como la ola en el agua,
que va besando la playa
y acariciando el recuerdo
bajo la carpa del cielo,
que cubre con su velo
los corazones enamorados
que se encuentran encantados
en ese paraíso inmenso.
Todo despierta en Roquetas,
y la felicidad que la rodea
abraza esa gran belleza,
para que Almería siempre sea
la gloria donde cantan
los encantados poetas,
que van a esa tierra
para sentir la caricia
del mar que los acaricia.
Hoy he cruzado el sendero
para estar cerca de tus sueños,
y ya estoy a un parpadeo
de tu constante recuerdo.
Tú que sembraste en mi
una amistad encantadora,
estás acariciando mi vivir
con el amor que me conforta.
Yo llevo en el corazón
el aliento del poeta,
y proclamo con mi voz
lo que me dicta mi letra.
Quiero que siga mi pluma
sintiéndose viajera
y vuele sobre la bruma
de quién ama y quién muera.
Todos los que a mi me lean
y acaricien mis versos,
quiero que siempre sientan
los recuerdos de mis sueños.
Todo aquello que escribo
es lo que siente mi alma
y habla mi pensamiento
con la boca cerrada.
Un día de temporal
en la orilla de la playa,
me puse a considerar,
sobre los misterios del mar.
Tan enfurecido está
que las olas vienen y van,
parece que van a llegar,
pero se vuelven a alejar.
Qué fuerza más poderosa
es la que tiene el mar,
él conserva sus costas
que nadie puede alterar.
Con el baile de las olas
hasta los peces saben bailar,
mientras esperan encantados
que amaine el temporal.
Lo mismo que ese temporal,
son las humanas pasiones...
que, después de tanto pecar,
buscan a Quién las perdone.
Es la voz de la conciencia
la que oye el alma gritar...
Anselmo, ¿Dónde vas
con ese gran temporal.?
