martes, 14 de julio de 2020

EL VIRUS QUE NOS RODEA

Con este virus que nos rodea,
siento un vacío celestial
que me tiene secuestrado,
encerrado en mi propia casa,
imaginando todo lo que pasa
a lo que camina ami lado,
mientras el virus va contaminando
y matando lo que encuentra.

Se ausenta la vida de la tierra
y nuestra  alma entristecida
hasta la esperanza destierra
aquello que jamás se olvida
y contamina el presente,
con el miedo que alimenta los virus
y hace temblar los deseos
de querer llegar al descanso eterno,
cuando muera el viejo cuerpo.

La mente es la que sostiene
una constante pelea,
entre lo que se salva y lo que muere,
al querer sentir el placer profundo
de querer rematar con el miedo en el mundo
y todas las pecadoras pasiones
que entorpecen las viejas ilusiones,
de poder llegar al descanso eterno,
lejos de este maldito infierno,
que nos tiene atrapados por el miedo.