lunes, 23 de diciembre de 2013

ADIÓS

 
A mi nunca me gustó
tener que decir adiós
a quien un tanto quiere.
Me suena a despedida
de las cosas queridas,
a tristeza enternecida,
o a dolor que quedó
sepultado con los años
cuando algo se va
de nuestro lado.
 
Al decir adiós en la vida,
se entristecen los recuerdos,
lloran las alegrías
que se tuvieron un día,
y al decirse adiós,
es como no volver
a ver lo que se quiere.
 
Es mucho mejor
decir ¡hasta luego!,
así todos los recuerdos
que llevamos en el pensamiento,
penetran en el corazón
y nos siguen haciendo
tan felices y contentos.
 
Desde ahora no diremos adiós
porque es mucho mejor
decir: ¡ Hasta luego.!

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