jueves, 14 de septiembre de 2023

VIVIENDO RECUERDOS

VIVIENDO RECUERDOS

Ahora que he cumplido los noventa años, vienen a mi memoria,todos lo recuerdos que llevo prendidos en el pensamiento,desde que era pequeño. Siendo muy pequeño, a los cuatro años, vi la muerte de cerca, viendo morir a mi hermanito Pablo con dos años.Murió de la difteria, en el colo de nuestra madrina,que le estaba tapando los ojos,mientras el niño echaba espuma por la boca.Yo lo miraba desde los pies de la cama,mientras toda la familia lloraba. Cuando se dieron cuenta de que yo estaba allí,se callaron los llantos y empezaron los quebrantos desesperados por la gran contaminación que tenía la difteria.Me llevaron para el Chao a la casa de la tía María Rosa,donde me cogió Rafael y tapandndome con una manta me subió a caballo y a galope salió para Sobradelo.Yo iba mirando el suelo y las patas del caballo galopando.Al llegar a Sobradelo,me atendió aquel médico y me puso una vacuna que fue la que me salvó. Mi hermano Pablo fue enterrado en el Sagrario de la Iglesia,en una caja que le hizo nuestro tio Amadeo.

Aquella muerte la he tenido siempre presente y jamás la he podido olvidar. Llegando ahora a los noventa años a verla cada vez más cerca y espero recibirla con toda delicadeza.para llegar a saber los que hay en la vida eterna,donde estarán todos aquellos que ya se fueron y llevo en el pensamiento.

Jamás podré olvidar cuando en nuestro pueblo no había luz y las casas se alumbraban con gancios que traían los pastores de los montes quemamos de aquella urces tan blancas y se andaba con faroles por los caminos.Las noches eran muy largas. Una noche desde el pueblo vi un coche por la carretera de la Mina con unas luces tan potentes que parecían rayos iluminando las montañas cuando no había venido ningún coche al pueblo.

También recuerdo cuando me quedé sin conocimiento en El Chao,por causa de una insolación,  también fue Rafael a caballo a las altas montañas para traer nieve en una caldera de cobre  y nada más llegar me metieron en ella recobrando el conocimiento-Cuando el tio Amadeo ya me estaba haciendo la caja y l tía Victoria la mortaja. También he tenido siempre en el pensamiento aquella autopsia que vi detrás de la iglesia a uno del monte que habían matado. y a otro que llevaban a enterrar en en prado,  . en una escalera,con los brazos colgando 

.Han pasado los noventa años y me voy aproximando al siglo,y aun están presentes en mi mente y en mi corazón,aquellos años de  mi niñez,cuando vivía en Casayo mi pueblo amado que ahora la malvada polítca,dice que se esvribe sin y griega.

Jamás he podido olvidar la primera vez que vi el mar,en aquel destierro que tuvimos que hacer al acabar una guerra para la andaluza Almería.Al llegar a Roquetas del Mar,supe lo que era el agua salada y lo que era la pesca que nos regalaban y comíamos secada al sol.y nos evitaba de la miseria que había.

Desde Roquetas,nos fuimos para Almería y allí entré a estudiar en los Franciscanos. hice el ingreso en la Escuela Pericial de Comercio recientemente inaugurada. Alli terminé a carrera y jamás podré olvidar aquellos ejercicios espirituales que había todos los años en aquella Catedral,donde nos tenían encerrados y hartos de escuchar a tantos predicadores que nos hacían rabiar.y enfriaban el poco fervor que teníamos. Después mi paso por el servicio militar y me entrada en la Minero-Siderúrgica de Ponferrada,donde estuve 37 años como empleado y fui trasladado para el Cargadero de Rande,viviendo en Chapela donde ingresé en el Cuerpo de Correos como repartidor y estuve 25 años trabajando al mismo tiempo que en el Cargadero.

Son tan bellos recuerdos los que tengo de aquel homenaje que me hicieron la Coral Frol Nova de Chapela, donde estuve 48 años cantando, y el Grupo Poético Brétema de Vigo en el que llevo 38 años perteneciendo. y he recitado tantos poemas por todas partes y tengo 27 libtas escritos a mano y cuatro editados.

Pienso seguir escribiendo mientras me dure el aliento y  tengan luz mis ojos,que cada vez ven menos. 



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