Recordando a Fernando
esta santa Misa celebramos,
para rogar a Dios de corazón
que le dé la eterna salvación.
Con este poema Fernando se despidió:
Cuando se acerca la muerte,
te digo ¡ Adiós Madre mía!,
al sentir un escalofrío
que recorre el alma mía.
¡Adiós! mi Madre y consuelo,
prepara Tú mi equipaje
para este último viaje
que me lleva al mismo cielo.
Si hasta el cielo he de viajar,
dos cosas tengo que saber:
Qué tren debo de coger
y en que estación bajar.
Yo sé que Tú Madre mía,
en el cielo me esperarás,
y rezando Ave Marías
llegaré a la eternidad.
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