domingo, 23 de enero de 2011

SALVADOR DALÍ

Recorrimos todo Portbou,
y fue estrechando manos
a todos los ciudadanos
que encontramos a nuestro paso.
Parecia un príncipe encantado,
acariciando la amistad
que los catalanes saben dar.

Desde aquel dichos día
en que conocí yo a Dalí,
fue mi amigo y compañero;
y en Cadaqués conocí
a la encantadora Gala,
que estaba en aquella Cala
radiante como el sol,
donde florecia el amor
por todas las esquinas.

Por todas partes había versos,
entre colores enlazados
con el precioso paisaje
de esa Costa Brava,
que tanto arte inspiraba
al Divino Salvador.

El orto del astro Febo
saliendo por el horizonte,
era el que a Dalí inspiraba
para inventar los colores
u mostrar la grandeza
de la bella naturaleza.

Jamás olvidaré aquel día
en que Dalí me entregó,
aquel bello recuerdo
que me robaron en el Cuartel;
era un dibujo y un verso
para su amigo Anselmo,
cuya pérdida yo lloré,
y sigo llorando en mi vejez.

¡Cuánto pintó y luchó,
porque tuviera Figueras
un Museo encantador
para guardar toda su obra.!
Al fin Dalí consiguió
tener su gran Museo;
pero,su obra mayor
está allá en el Cielo,
done Dalí sigue pintando
para adornar los santos
que están a su lado.

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